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Recuerdos y reencuentros.

domingo, 19 de julio de 2015

EL ÍDOLO DE LLERENA, UNA INTRODUCCIÓN A LAs MANERAS DE HACER LA HISTORIA DE LLERENA. ANTONIO MATEOS MARTÍN DE RODRIGO.

A Mánuel Ángel Cortés Espadiña que estuvo en mis inicios históricos de Llerena y a Jose Iñesta Mena que ha sabido remar magistralmente hasta la fuente del alma llerenense.

Hubo un tiempo en el que la Historia de Llerena no iba más allá de Pelayo Pérez Correa, un elulaliense cuna y “fechos” 

Eso sí, Llerena había tenido vida ignota pero nombre musulmán de entremedios y, hasta a tener bien en cuenta, origen romano como nombre de pila.

Sucedían los años medios de 1960.

Del pasado estaba, sin embargo, la Fuente Pellejera en donde los medievales vecinos de los pueblos vecinos de Llerena quisieron "ahogar" a los llerenenses.

Y es que Llerena fue reparida en cristiano y santiaguista con una ambición y necesidad extrema de crecimiento. 


Pero Pepe Lepe -mi entrañable amigo Pepe Lepe a quien me recomendó D. Aquilino Rivero para que me informase sobre la Historia de Llerena; queríamos preparar algunos alumnos del Colegio una Guía histórica, descriptiva, etc. de Llerena en mi curso de cuarto bachilleril (el padre de Larios y su máquina de mecanografiar fueron colaboradores magníficos)-; bueno, ni él, Pepe Lepe, ni Antonio Carrasco se atrevieron a ir más allá.

Y a día de hoy, tampoco se ha avanzado mucho a excepción de los poblados calcolíticos de mi amigo José Iñesta Mena, sino me falla la Bibliografía.

Incluso, creo que a María del Pilar Peña Gómez, entrar en la esencia islámica de Llerena, le dio como no buen yuyu y dejó el asunto en "raíz"... (no entiendo en dónde se situaría el injerto). 


Curiosamente,Llerena es la población santiaguista que cuenta con dos "castillos"... 

La Historia de Llerena era muy oscura, de los siglos oscuros del tiempo viejo, como si los musulmanes le hubiesen puesto decorado negro azabache a todo lo anterior... o los cristianos no quisieran beber en las fuentes "moras" como la gente dejó de beber en la "Fuente Pelitos" de la Albuera cuando a alguien se le ocurrió lavar en ella ropa de difunto recién muerto.


Por cierto, fue Carrasco, mi profesor de “Política", cuando yo estudiaba primero de bachillerato, quien me hizo deducir que además de la Historia Sagrada y de España existía una historia singular y extraordinaria, la de Llerena.


El primer documento que vi de tal Historia era de Alonso de Cárdenas sobre la Fundación de una Capellanía en la Iglesia de Santiago. C Curiosamente en mi casa había copia de otra fundación de Capellanía, de Sangre para más lustre propio, formada por Inés Martín "la doncella", hermana de un antepasado mío, Rodrigo Martín de Olaya, educada en la Toledo imperial en los principios colegiales del Cardenal Silíceo,  Juan Martínez Guijarro en territorio "bruxo"...


Si ella viera "Águila Roja"...


Luego, mi amigo Mánuel Ángel Cortés Espadiña, al regalarme la Revista de Ferias del año 1962, en la que venía referido el accidente de mi hermano, me hizo abrir los ojos y las pestañas a la Historia de Llerena.


Luego vendría Doña Casimira de Aro para quien la Historia no venía más acá ni llegaba más allá de la I Guerra Mundial del 1914. 


¿Evitaba así tener que decir lo contrario de lo que pensaba? ¿O desvelar sucesos no desvelables en aquel momento?

Siempre me dio qué pensar aquella advertencia de que no dijésemos que ella nos había enseñado una canción "que sólo diría", según se expresó, "una vez". Esta rezaba así: " Si los curas y las monjas supieran/ la paliza que les vamos a dar/ subirían al coro gritando/ libertad, libertad, libertad"...


No me escandalicé; luego supe que la canción estaba basada en el Himno de Riego...


Bueno, también don Zenón nos había enseñado la canción de "El moro Muza" y para los de Ingreso era un poco más escatológica...

No obstante Lepe, que no tenía tantos legajos ¿a dónde habrán ido sus papeles?, hablaba de una villa romana llamada “Larius”... y de un campamento romano.

Esto de los nombres de las “villae” romanas tiene más y mejor asentada miga que el pan antiguo del día siguiente.

[¿Por qué a los niños nos decían que el pan caliente era malo para la barriga? ¿No sería para restringir su excesivo, por goloso, consumo?].

Pudiera ocurrir con las "villae" romanas lo mismo que con los topónimos “celtas” de por estas tierras arriba ¿No serán propios de las tropas auxiliares galas que acompañaban a las legiones romanas V y X y que una vez asentadas lo hacían fuera de las centuraciones? 

De Zafra (verdadera frontera lateral entre Bética y Lusitania y más auténtica Segeda Restituta Iulia- la cual está a tiro de ballesta d´ella-). De Zafra a Llerena los topónimos celtas debieran entonces bajar la frecuencia...

En Almendralejo, de un poco más allá, no he visto ningún topónimo pre-romano pero en su vocabulario popular abundan palabras que sólo se entienden a través del leonés y del más añejo asturiano...

Por ello, sería muy interesante hacer un recuento de topónimos celtas y preceltas en los alrededores de Llerena... Cantalgallo, por ejemplo...

Y, el primero en remontar hacia la madrona original de la Historia de Llerena fue José Iñiesta Mena, el mismo que un día instituyó o creó la Arqueología Vertical y le sacó el color, rojo, a Llerena y en este caso el color pardo de la piedra a sus poblados calcolíticos. En mi tiempo sólo había una casa de color “en los arrabales”, creo que azul -casa/comercio de los Martínez- ; de otras, imitación cromática de la Torre de la Granada, ya referiré.

Hacía años que Llerena había perdido el color albero del Ayuntamiento o de La Granada.

Ya referiré de otra Arqueología que puede llevarnos por los siglos de los siglos hasta... [el teclado no funciona] y un mosquito me tiene frito(mi pantalla es obediente no sólo al tacto de mis labios y de mis dedos...).

Y, en honor al primer historiador llerenense que bajó a la Madrona de la Historia llerenense como prehistoriador y arqueólogo de altura, incluyo el ídolo de Llerena, fotografía  que ha tenido el detalle de facilitarme.

En la ciudad de Mérida a 11 de julio de 2015.

1 comentario:

  1. Aunque un poco tarde, gracias admirado y querido amigo Antonio.
    Un abrazo

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