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Recuerdos y reencuentros.

domingo, 9 de agosto de 2015

MENTIRAS EN REHABILITACIÓN LAS PRECISAS Y ESTA FUE ESTÚPIDAMENTE AHORRADORA. Antonio Mateos Martín de Rodrigo.

La ilustración es bastante anterior al año 1887.
En Mérida el  Arquitecto Sr Menéndez Pidal como rehabilitador tiene fama  asociada a la sonrisa irónica; parece ser que cuando rehabilitó las columnas del denominado Templo de Diana, en realidad un Templo dedicado al Culto Imperial, "se le olvidó" decirle al picapedrero que las columnas han de tener entre 22 y 24 acanaladuras, estrías o surcos verticales; cuando lo oí comentar en una conferencia, sinceramente creí que sería por ahorrar... 

Claro es que en aquella temporada de la Historia se ahorraba bastante en impuestos y en derechos y, sobre todo, en izquierdos...

Pues sí, este señor SúperArquitecto del Régimen debió de tener el ahorro por lema, tema y sistema porque no sólo restaría acanaladuras, estrías o surcos verticales en la rehabilitación del denominado Templo de Diana en Mérida, también le aplicó un severo régimen de adelgazamiento al Palacio de la Inquisición de Llerena; sin más miramiento que ahorrar unas pesetillas, restaría una terraza en "nuestro" Palacio de la Inquisición de Llerena, posiblemente en esta época de la fotografía Templo Masónico, año de 1887.

Y, es que la Verdad o la Mentira no sólo vienen de las plumas al interpretar la Historia; también de las arquitecturas...


En la ciudad de Mérida a 9 de agosto de 2015.

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