1.

Recuerdos y reencuentros.

martes, 18 de mayo de 2021

LLERENA. DE ALDEA MUDÉJAR DE LA REINA SANTIAGUISTA A VILLA PREMAESTRAL. SUS CONFORMACIONES URBANÍSTICAS.

 


Antonio Mateos Martín de Rodrigo.

A Antonio Gálvez, Cronista Oficial de Reina.

NOTA DE ADVERTENCIA. Este artículo forma parte de una trilogía dedicada a la Historia de LLerena desde época romana hasta su conversión, “de hecho”, en Sede Maestral. Los otros dos serán publicados en las revistas de LLerena - “La historia inscrita en el nombre de LLerena: villa romana, vicus visigodo y aldeas bereber, almohade, mudéjar y santiaguista de Reina·- y de Ahillones -“Los restos de una calzada romana en Cantalgallo (LLerena) y el trazado de la Vía Emerita ad Astigi por Regina desde Lacunis (Fuente de Cantos) y no por Usagre”.

INTRODUCCIÓN:

La interpretación del urbanismo medieval llerenense que más predicamento ha tenido consiste en afirmar que existen dos zonas diferenciadas en su trama intramuros o medieval: la Oriental y la Occidental con la Calle Santiago como medianera.[1]



[2]

Paralelamente, se ha considerado la Plaza de España, como el punto de atracción, en especial, del Sector Oriental. En palabras de María del Pilar Gómez de la Peña, ambas proposiciones vienen a decir que

-          La mitad oriental de la ciudad se atiene a un urbanismo de raíz islámica”.

-          “El entramado de esta zona opta por una planimetría  radiocéntrica  que se ha formado alrededor de la plaza mayor, como se comprueba  en la convergencia en las calles hacia este espacio público”.[3]

O, lo que sería lo mismo, la Plaza existía antes de la conformación urbanística de toda la zona nororiental…, también, ya en época musulmana.

Al parecer, en la zona oriental de Llerena se distinguirían dos zonas distintas y perfectamente delimitables tanto en el tiempo como en sus motivaciones:

1.      La LLerena mudéjar, sí de “raíz musulmana”, y aldea de Reina, situada sobre las reginenses LLerena almohade, mozárabe, bereber, visigoda y romana (Sector Nororiental).

2.      La LLerena, ex novo, cristiano-santiaguista ya independizada de Reina y de su Encomienda (Sector Suroriental).

 


[4]

Sector Nororiental o Mudéjar.  Sector Suroriental o Santiaguista.

Incluida la fase maestral inicial.

LA LLERENA MUDÉJAR O ALDEA MUSULMANA DE LA REINA YA CRISTIANA.

 

Sin embargo, Víctor Manuel Gibello Bravo, opina todo lo contrario a lo expuesto por De la Peña Gómez afirmando que LLerena carece de antecedentes islámicos.[5]  La Repoblación de LLerena sería, pues, plena y exclusivamente santiaguista.

 

Intentaremos resolver el complejo problema que plantean partiendo de paradigmas urbanísticos diferentes.



Casas de Reina y LLerena, antiguas aldeas de Reina, desde la Alcazaba. Fotografía cortesía  de Antonio Gálvez.

La Repoblación cristiana es el fenómeno de ocupación de los espacios conquistados a los musulmanes bajo la tardía Ideología de la Reconquista,[6] escasamente aplicada, sin embargo. No obstante, dicha Repoblación, no era incompatible con la existencia previa de comunidades musulmanas “re-repobladoras”. Estas procedían de la época almohade y, tras la reconquista cristiana, van ser denominadas mudéjares.

A los miembros de dichas comunidades, quedadas entre los cristianos, se les respetaban sus derechos de religión, costumbres, leyes y la conservación de sus propiedades, tal como los musulmanes habían hecho con los cristianos de época visigoda que permanecieron en sus tierras y pasaron a ser denominados mozárabes.

En el caso de Mérida el hecho es meridianamente claro, incluso, se le podía mantener a algunos musulmanes el estatus de noble.[7] El ejemplo de Hornachos es aún más meridiano ya que, prácticamente, toda su población, excepto los escasos miembros santiaguistas de su Encomienda, era musulmana.[8]

Tampoco, como podría colegirse, la Repoblación cristiana era un fenómeno subsiguiente e inmediato a la conquista, casi siempre comenzada por sus antiguos habitantes musulmanes. Había una poderosa razón para permitir la permanencia de los últimos musulmanes: los cristianos no tenían suficientes repobladores para tan vastos espacios conquistados en muy poco espacio de tiempo que, a su vez, eran entregados por los reyes a distintos señores, los cuales pujaban entre sí para conseguir el mayor número mediante la concesión de los privilegios más holgados y ventajosos.

Por otra parte, los musulmanes del sur del Guadiana tenían la imposibilidad de huir para refugiarse en Sevilla que ya estaba cercada por las tropas castellanoleonesas. Su única salvación había sido entrar en la inexpugnable fortaleza de Reina y aguardar o forzar una rendición pacífica a cambio de permanecer en sus lugares de origen.

Según los acuerdos establecidos entre el Rey Fernando III el Santo, mientras ponía cerco a la ciudad musulmana de Sevilla, y el Alcaide de la Alcazaba de Reina, a cambio de la entrega de la antigua fortaleza almohade, los habitantes de la zona refugiados en su interior, podrían permanecer en sus lugares de procedencia.

Allí mesmo (en Carmona) los moros de Cóstantina y los de Reina vinieron allí a tratar partido con el rey dó Fernando; y cócertado su partido luego las entregaron al rey; luego el rey dio Constantina a Córdoba;y dio a Reina a la orden de Santiago ; y quedaron se allí los moros porque assi fue concertado”.


 

[9]

 

En el caso de LLerena, los antiguos musulmanes de época almohade, volverían a sus hogares, probablemente, destruidos en altura durante las operaciones previas de hostigamiento a la conquista cristiana.

El caserío o aldea musulmana llerenense se situaría en la zona nororiental de cuya “raíz islámica” tal como nos ha indicado De la Peña Gómez, no se puede poner en duda y tiene difícil sino imposible su cuestionamiento.

El punto más reconocible de la LLerena mudéjar, pero no central de acuerdo con los modelos urbanísticos prerrenacentistas, sería la Plaza de la Fuente denominada Pellejera en un documento muy tardío del año 1549. [10]

A su vez, en el más optimista de los casos, el límite norte estaría marcado por el Paseo de San Antón desde  la Calle Cañuelo, el del este por la actual Avenida de Jesús de Nazaret -entonces por el arroyo Caganchas-, el oeste por la calle Zapatería (sólo la acera de la derecha) y al sur el límite lo impondría el Palacio Maestral.

Acaso, la mezquita aljama de esta alquería se situaría en el solar de la antigua Cárcel, Ermita de Santa Catalina o Sinagoga, por el Principio de Continuidad.

De aquí, que las actuales calles que comprenderían la LLerena mudéjar, con algún crecimiento urbano posterior ahora inaprensible en época ya cristiana, serían las actuales: Plaza de la Fuente, Calle Cañuelo. Calle Alcantarilla, Calle Curtidores, Calle Capua, Plaza de Santa Ana, Travesía de Santa Ana, Calle Pólvora, Calle Fuente (hasta la Travesía de La Soledad), Calle Ramón y Cajal, Calle Rodrigo Mateos, Calle Cristo. Calle Torviscal. 

A partir de la edificación del Palacio Maestral, que va a servir de enlace entre la Llerena mudéjar y la santiaguista, esta zona servirá de expansión cristiana y tenderá a ocupar el espacio vacío existente o exido mudéjar frente a la fachada norte o del evangelio de  la Iglesia de Santa María y su cementerio. Lo cual es válido, también, para la posterior conformación de la manzana del Palacio Prioral.



[11] Trazado, de las cuatro probables subdivisiones que conformaron la LLerena medieval o intramuros.

La urdimbre llerenense intramuros o medieval se compondría, al menos, de cuatro zonas diferenciadas: la de la aldea mudéjar, la de la villa santiaguista, la de la villa maestral/prioral (en dos fases) y la “renacentista”.

La fecha de la edificación del Palacio Maestral, es decir la conexión entre la LLerena mudéjar de origen almohade y la santiaguista, habría que situarla, en principio, en el Maestrazgo de Don Fadrique -1342/ 1358 - si, efectivamente, fue el primer Maestre de la Orden de Santiago que se estableció residencialmente en LLerena.

El espacio situado frente a la fachada norte o del evangelio de la Iglesia y el Palacio Maestral no tendría en la Edad Media, pues, más realidad urbanística que la de ser un gran descampado o  egido -lejío en nuestro habla infantil- entre las LLerenas mudéjar y santiaguista.

N. B, Los ejidos, entre los musulmanes denominados “alixares”, [12] formaban parte esencial del común de las poblaciones agrícolas y ganaderas medievales tanto musulmanas como cristianas. Al respecto, dicen Joan Corominas y José Antonio Pascual que “ejido”,  también conocido por los nombres de “lejido”,  antes escrito “exido” “es el campo a la salida de un pueblo, común a todos sus vecinos, donde suelen reunirse los ganados y establecer las eras”.[13]

En palabras de Víctor Manuel Gobello Bravo podemos entender y deducir ampliamente el hecho mudéjar de LLerena, en sus casas, en sus palacios y en sus iglesias para acotar la influencia real del urbanismo musulmán y sus gentes en la LLerena medieval.

-          Existió continuidad poblacional, profesional y cultural entre los almohades y los mudéjares[14] debido a “la existencia, al sur del Guadiana, de importantes Morerías en Fuente del Maestre, Llerena, Mérida, Badajoz, Hornachos, etc., morerías muy dinámicas de desde un punto de vista cultural y económico”.[15]

 

-          El arte mudéjar llerenense fue una síntesis islamocristiana.[16]

 

-          Sin embargo, una simple observación de sus realizaciones, también el caso de LLerena[17] como hemos indicado, ha dado lugar a falsas interpretaciones de la herencia musulmana: “la realidad mudéjar pertenece tanto al mundo islámico como al cristiano, por lo que bien podría decirse que resulta inseparable tanto de uno como del otro  campo cultural”. [18]

Lógicamente, estas consideraciones reducen la responsabilidad musulmana precristiana que algunos de nuestros más ilustres historiadores han entendido sobre todo el espacio urbano intramuros y  en sus propias murallas[19] o en algunos lugares emblemáticos como la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada.[20]

Las poblaciones musulmanas y cristianas bien pueden coincidir, más o menos en el emplazamiento y hasta en la posesión de determinados elementos defensivos como los grandes castillos. Fue el caso de Reina. Completando el sistema defensivo de las alcazabas y sus villas interiores y/o aledañas  como Reina existieron unas atalayas o torres vigías asociadas, generalmente, a una pequeña alquería, denominada “Hisn” cuando poseía un pequeño recinto defensivo. [21]

¿Sucedió el mismo segundo proceso en LLerena. Es decir, la reutilización cristiana de una alquería musulmana dotada de una torre vigía (Hisȵ) o, simplemente, se trató de la reutilización de una alquería musulmana sin torre vigía (Qurᾱ)?

A nuestro entender la LLerena almohade fue una simple Qurᾱ o Alquería de Reina, ya que no hay en el sector nororiental restos conocidos o deducibles de ninguna torre vigía que, siempre, obviamente, se situaba en sus proximidades y frente a la zona de procedencia de los enemigos cristianos.

EL “AYRADO” O “CASTILLO VIEJO” Y LA IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA COMO POLOS CONTRAPUESTOS  CONFORMADORES DEL URBANISMO DE LA NUEVA POBLACIÓN CRISTIANA SURORIENTAL.

Los contrapolos, hitos, marcadores o puntos básicos o iniciales delimitatorios del complejo urbano de la LLerena cristiana como Villa y Encomienda santiaguista, ninguno de los cuales estructurarían el espacio de forma central desde ellos - recordamos que no estamos en época renacentista-, son:

El “Ayrado” o “Castillo Viejo” y la Iglesia Parroquial de Santa María con su cementerio situado a sus alrededores - al  oeste, inicialmente, y al norte y sur -que, con el tiempo, darían lugar a sus respectivas plazas, aún existentes, en los lados del evangelio y de la epístola  (acaso, el primero se situó en la Puerta del Perdón como el cementerio emeritense de la Iglesia de Santa María de la Plaza del siglo XV o el denominado “carnero” en Calzadilla de los Barros). Ellos serán los puntos de partida para comprender los urbanismos llerenenses y su interconfluencia.

a.       El “Ayrado” o “Castillo Viejo”.

Si el sentido corriente de las palabras no nos permite ningún descubrimiento capaz de elevarnos, de instruirnos, de acercarnos al Creador, entonces el vocabulario se vuelve inútil. El verbo, que asegura al hombre la superioridad indiscutible, la soberanía que posee sobre todo lo viviente, pierde entonces su nobleza, su grandeza, su belleza, y no es más que una triste vanidad. Sí; la lengua, instrumento del espíritu, vive por sí misma, aunque no sea más que el reflejo de la Idea universal.”[22]

Fulcanelli.

 

Una de mis más fecundas lecturas sobre la Historia de LLerena,  procede de un artículo de Francisco J. Mateos Ascacíbar. Al establecer y ratificar en este edificio del Ayrado la Fortaleza de la Encomienda de Llerena acompañados de sus correspondientes edificios -los Bastimentos, entre otros-[23] me sitúa ante el temprano punto inicial de la expansión urbana de la LLerena santiaguista, ex novo, entre otras muy valiosas motivaciones interpretativas que analizaremos seguidamente. También me ubica ante la remodelación de los modelos urbanos medievales llerenenses y sus complejas y “diabólicas” interrelaciones.

Desde el Ayrado o Castillo Viejo la LLerena cristiana, siguiendo los desarrollos propios de toda población medieval post-reconquista dotada de fortaleza inicial -musulmana o cristiana, como  Reina -muros a fuera- o Azuaga-, se conformaría urbanísticamente,  “en fuga”  complementariamente y no de forma radiocéntrica (las dos poblaciones no se buscan, se encuentran a través del Palacio Maestral); en este caso, hacia la parte oeste con sus límites en la Iglesia parroquial y su cementerio, que serían su contrapolo y, a la vez polo de atracción -por razones más que obvias y, obviamente, ambos edificios contemporáneos sólo separados espacialmente y situados tal así ex profeso-,  siguiendo por las actuales Calle Luís Zapata, Plaza del Coso, Calle Ordiales, Calle Pedro Paz, la antigua y desaparecida Calleja de los Toros y  la Calle Maesso con la calle Aurora (su acera izquierda subiendo como perteneciente a su manzana),  

La primera zona de creación y expansión santiaguista posee una cualidad distintiva que perduró a través de los siglos XIII al XVI. Es el espacio en donde se situaron los elementos santiaguistas básicos, propios y primeros o fundacionales de las distintas Encomiendas de la Orden, de tercera generación o no cabezas de Castillos Terminados como Reina o Mérida ni fronteras, las de segunda, con otras Jurisdicciones como Usagre: Casas de Bastimentos, Casas Tercias, Casas de la Orden, etc.,  aunque a lo largo del tiempo transformasen sus denominaciones.

La actual Calle del Pósito (desde 1589 con esta denominación), anteriormente, se denominó Calle de Los Bastimentos; por otra parte, en “la actual casa rotulada con el  nº 9” se encontraba la Tercia.[24]  La propia Alhóndiga, ya edificio de finales del siglo XVI,[25] junto con el Concejo o Cabildo Antiguo, ya de época contemporánea,[26] vienen a situarnos en una zona de propiedad señorial santiaguista.

A su vez, en la Calle Ordiales existió una casa propiedad de la Orden aún en el siglo XVI que ocupó Don Rodrigo de Cárdenas frente a las demandas del Tribunal de la Inquisición.[27] Estos edificios son los Encasamientos o Encasamentos espatarios destinados a diversos usos propios locales de la Institución y de sus miembros.

El conjunto de estas manzanas, insisto, se orientaría hacia el  contra polo final, el lugar en donde se situó la Iglesia, entonces, sólo intitulada de Santa María  y su cementerio. Así, lo indicaría el sentido de orientación de las calles de esta zona, las cuales, incluida la manzana correspondiente al “Pezón”, se dirigen y se adentran hacia ella o el Oeste.

N.B. Y en donde, además por su lejanía -que permitía un buen desarrollo urbanístico-  y por su altura -la cumbre de Llerena-. todos los oestes y estes son más visibles (la fijación, por imposición canónica, del este-oeste de la iglesia podría dar el momento anual en que fue erigida).

También, indicaría la orientación hacia el contrapolo de la Iglesia, rompiendo la regla, el trazado al soslayo de la Calleja de los Toros, según Antonio Carrasco,  a finales del siglo XVI; ésta, partiendo de la Calle Maesso, desembocaba directamente, lo cual es un hecho de gran significación y  trascendencia, en la actual Calle de la Cárcel entonces de la Inquisición Vieja, es decir del antiguo Palacio Maestral. 



[28]Ubicación de la Calleja de los Toros según Antonio Carrasco García.

La Iglesia parroquial de Santa María, muy segura y ciertamente, de erección sin precedentes constructivos de mezquita musulmana, aunque con muy innegables y evidentes manos de alarifes mudéjares, considerando la Puerta del Perdón como el lugar que marca su primer e inicial emplazamiento -la separación o alejamiento respecto de las casas se debería a la existencia de su cementerio aledaño- se encuentra, insisto, en la zona más alta de esta LLerena cristiana en ciernes, acaso para fijar correctamente el alba y el ocaso  y la lejanía respetuosa con el Egido del entonces arrabal musulmán mudéjar.

Fijamos, como referencia temporal de la construcción del Ayrado, de la Iglesia parroquial y de las manzanas situadas entre ellas, no muchos años más allá de los años 1275-1280. Fue entonces, cuando LLerena recibió su Carta de Población  a Fuero de Reina  y su conformación paralela como Encomienda previa a sus comienzos posteriores como Villa Maestral.[29]

La torre denominada del Ayrado, por su significación legal en la Edad Media como incontrovertible y ocasional lugar de habitación real, -significación puesta en evidencia original por Mateos Ascacíbar-, nos sitúa ante posibles interpretaciones insospechadas y definitivas sobre el origen eminentemente santiaguista del sector suroriental de LLerena.[30]

Si esta Torre recibe el nombre de Ayrado es porque algún rey hizo o hacía uso de ella como vivienda ocasional. Evidentemente, durante sus desplazamientos hacia Sevilla -y viceversa-, hecho que está, al menos, documentado en los años de 1340[31] y en siglos posteriores, época de los Reyes Católicos.[32]

En el denominado Fuero de Llerena, o, más exactamente, conjunto de privilegios y restricciones de otros concedidos por diversos maestres, ya aparece una alusión a los derechos de Yantar o Alojamiento y provisión de alimentos en especie o en dineros de la familia real a su paso por LLerena, [33] lo cual podría implicar que la edificación del Ayrado, como posada real -no se encuentra en la documentación emeritense conicda ninguna referencia a este derecho real-.

El cumplimiento de este derecho [34] del Yantar alcanzaba, inexcusable y exclusivamente, a los vecinos pecheros o villanos de LLerena -también de Reina a quienes les habría correspondido originariamente-[35] Y, constituye el segundo vocablo medieval de vital trascendencia para reinterpretar aspectos básicos de una de las refundaciones medievales de LLerena. Nos encontraríamos, pues, también con el Ayrado de forma principal, ante una  fortaleza situada junto a un camino concreto y singular de la Edad Media: el Camino Real que, desde Mérida se dirigía a Sevilla a través de Reina, Guadalcanal, etc., y el de Córdoba por Azuaga, desde época musulmana a través de Usagre y no desde Fuente de Cantos.

En  la época medieval ya musulmana este camino sería una trocha de Mérida a Córdoba, es decir,  un desvió del Iter Emerita ad Astigi [36] que dejó de pasar por Cantalgallo para hacerlo por Usagre ya desde Villafranca de los Barros.

¿Cómo era el Ayrado según Mateos Ascacíbar? La torre del Ayrado, hoy desaparecida, no era una simple torre. Cuando formaba parte del complejo palaciego del Licenciado D. Luis Zapata, hacía el número cuarto entre ellas.[37] En la interpretación de Mateos Ascacíbar el recinto ·estaba compuesto por [tal] recinto fortificado [y] compuesto por una torre, un gran patio con un buen pozo y unos azofaifos, así como varias dependencias altas y bajas que dan a dicho patio”.[38]

 Si bien,

-          destacaba dentro de este recinto:

a. “Esta torre era de mayores dimensiones que las anteriores.[39]

b, “estaba situada en la parte trasera del palacio, hacia el este, integrada en la cerca de la muralla como una torre defensiva más. [40]

porque “hacía funciones parecidas a las de una torre del homenaje”.[41]

-          Tal  recinto fortificado” estaba “compuesto por una torre, un gran patio con un buen pozo y unos azofaifos, así como varias dependencias altas y bajas que dan a dicho patio”.[42]

Para Mateos Ascacíbar, sin embargo,  el Ayrado era la primitiva fortaleza árabe junto a una alquería que entonces pertenecía a Reyna”.[43]

LLerena, pasaría, consecuentemente, también, a sustituir a la Regina romana y musulmana como  “mansio” o estación de descanso nocturno en la época medieval cristiana; y, no sólo para estancia del Rey y su séquito.

A su vez, el Ayrado, erigido como una fortaleza con las que se dotaba a toda sede de Encomienda en el tiempo en que se cerque LLerena con una muralla, sería embevida en esta y el recinto amurallado se ajustaría a este para continuar usándolo como baluarte principal.

Me llama la atención de este trozo amurallado, anterior a la Fortaleza denominada de la Puerta de Reina  de la que formó parte con la suficiente entidad para llevarnos a novedosas conclusiones sobre su edificación específicamente cristiana ex novo con el fin de conformar un espacio urbano que completaría el lejano espacio urbano o arrabal mudéjar:

1.      La orientación de su Puerta de acceso. Mientras la Puerta de Reina, de forma inequívoca, se orienta directamente hacia el Camino de Reina o sur, hoy carretera comarcal Ex 200, la Puerta de la Fortaleza se orienta hacia ninguna parte viaria actual, excepto, oblicuamente, al sureste… salvo que, entonces, es de creer, que el camino a Reina se iniciase por su parte frontera y saliese por la ahora denominada Calle del Castillo Viejo ; su recorrido en época  musulmana comenzaría en la confluencia del Paseo de San Antón y la Avenida de Jesús de Nazaret yendo hacia Reina en paralelo a la calle Castillo Viejo  y siguiendo por el antiguo camino hacia las Casas de Reina que no comenzaba a la altura del Humilladero de san Lázaro..

2.      La  ubicación del Ayrado en el entramado urbano. Se nos impondría que, más que una defensa musulmana, por su orientación hacia Reina y al sur y al este, que, realmente,  fuese una construcción de fábrica cristiana sin antecedentes musulmanes, pero con maestros alarifes mudéjares.

Los baluartes generalmente se encuentran situados mirando hacia donde vienen los enemigos, como la puerta principal de Reina[44] no dándole las espaldas y menos en la cota más baja de LLerena. Al respecto, Antonio Navareño Mateos nos sitúa ante la regla de erección de los castillos musulmanes y cristianos en la actual Extremadura.[45].



Puerta principal de la Alcazaba de Reina en época almohade, situada al norte según Garrido Santiago, frente a LLerena, la zona más probable de la invasión cristiana. Fotografía de Antonio Gálvez.

Y los enemigos de los cristianos vendrían por el sur en una hipotética contraofensiva desde Córdoba y desde Reina y/o Sevilla:[46] Por otra parte, esta construcción se encuentra, insistimos, situada en la cota más baja del espacio urbano de LLerena y muy lejos de la zona nororiental de la Fuente Pellejera. Por lo cual no tendría la función de alerta ni defensa sobre el avance de los cristianos para los habitantes de la Llerena musulmana ya fuese en rápida cabalgada o en invasión definitiva.

 

En la ciudad de Mérida a 16 de junio de 2019.



[1] DE LA PEÑA GÓMEZ. María del Pilar. Arquitectura y urbanismo de Llerena. Ayuntamiento de Llerena, Universidad de Extremadura. Cáceres1991, p.336.

[2] COELLO, Francisco; “Cuarta hoja de Suplemento-León y Extremadura”, grabado bajo la dirección de Jose Saenz Diez; los planos han sido arreglados por Francisco Coello; el contorno por Raynaud; la topografia por Millian y la letra por J. Burty; las esplicaciones han sido escritas por D. Pascual Madoz. España (Parcial). Planos de población. [1848-1868]. 9. Plano de población de Llerena.

[3] DE LA PEÑA GÓMEZ. María del Pilar. Arquitectura y p.336.

[4] COELLO, Francisco. Obra citada.

[5] GIBELLO BRAVO, Víctor M. El poblamiento islámico en Extremadura. Territorio, asentamientos e itinerarios. Junta de Extremadura. Badajoz 2007, p. 250: “Pese a la enconada y añeja disputa de los orígenes históricos de Llerena, no existe testimonio arqueológico ni documental que permita sostener la existencia  de un asentamiento anterior a la conquista  y posterior repoblación cristiana de la tierra acaecidas hacia mediados del siglo XIII”.

[6] RIU RIU, Manuel. Manual de Historia de España. Edad Media. Espasa-Calpe. Madrid 1993, p. 88:

“El ideal propio de la Reconquista, tan aireado por la historiografía moderna, que implica la idea de liberar las tierras que los musulmanes detentaban “injustamente”, no se formularía hasta el siglo XI”.

[7] Sobre la población mudéjar sabemos por Bernabé Moreno de Vargas que las haciendas de algunos mudéjares no eran magras ni vivían en la pobreza. De hecho, el maestre Lorenzo Suárez de Figueroa adquirió  de una viuda “mora” emeritense, y noble reconocida, una dehesa en 1389. MORENO DE VARGAS, Bernabé. Historia de la ciudad de Mérida. 8ª Reimpresión. Patronato de la Biblioteca de Mérida, Badajoz 1992, p. 395: “le compró la mitad de la dehesa que llaman Isla de Juan Antón, que está en Guadiana, término de Mérida, y es ahora de su majestad, como administrador de la orden, en 2000 maravedíes de la moneda  blanca de doña Segebra, mora, mujer que fue de Mahomad Chuchu, vecina de Mérida; la escritura se otorgó en esta ciudad a 2 de abril del Año del Nacimiento de Nuestro Señor de 1389”.

[8] MOGOLLÓN CANO-CORTÉS, Pilar. “Los alarifes moriscos y las realizaciones mudéjares en la villa de Hornachos” en Actas Simposio Internacional de Mudejarismo. Mudéjares y Moriscos. Cambios sociales y culturales. Centro de Estudios Mudéjares. Teruel 2004, p.243

[9] Coronica del sancto rey don Fernando tercero de este nombre… en https://www.wdl.org/es/item/17844/view/1/1/, p. 93.

[10] MOTA ARÉVALO, Horacio. “El castillo de Montemolín”. Revista de Estudios Extremeños
T. XV, n. 2 1959, mayo-ag, Diputación Provincial de Badajoz. p. 384.

[11] COELLO, Francisco. Obra citada.

[12] REAL ACADEMIA DE LA LENGUA. Diccionario de Autoridades, I, Gredos, Madrid, 1990, p. 217: “ALIXARES. Los exidos y salidas que tienen los Pueblos para que la gente salga á passearse y divertirse. Esta voz puede venir según  Covarr.  de Aldixari, que en lengua Turca vale tanto como é fuera, ó el de fuéra.  Y también puede derivarse de la terminación Árabe Ixarum, que sale del verbo Axere, que significa juntarse la gente à divertirse en conversaciones alégres”.

[13] COROMINAS, Joan y PASCUAL, José A. Diccionario crítico- etimológico castellano e hispánico. Tomo II. Gredos, Madrid 1986, p.549.

[14] GIBELLO BRAVO, Víctor M. Obra citada,  p. 54: “Ante el avance conquistador hacia el Sur de los reinos cristianos, y condicionados éstos por la imposibilidad de contar con efectivos poblacionales  que les permitieran repoblar las tierras ganadas al islam, aceptaron la permanencia  de los musulmanes  en sus antiguos emplazamientos, incluso permitiéndoles la conservación de su religión, lengua y organización jurídica”.

[15] Íbidem, p. 55.

[16] Íbidem, p. 54:  “El arte mudéjar refleja  la pervivencia de caracteres artísticos y constructivos islámicos, pero no es exclusivamente musulmán en tanto que se desarrolla en tierra cristiana, por tanto carece de libertad de creación en consonancia  directa con el estatus  de sus artífices: sometidos a una autoridad ajena y poseedora de una religiosidad y una identidad cultural diferentes”.

[17] Sobre el mudejarismo llerenense y el propio mudejarismo en general véanse las opiniones de dos grandes historiadores llerenenses como José Iñesta Mena y José Antonio Cabezas Vigara. IÑESTA MENA, José. “Llerena mudéjar o el descubrimiento del color en la arquitectura popular más antigua” en Senderos de Extremadura. Senderos de Extremadura 1999: http://www.alextur.net/Senderos/numero9/llerena-mudejar/llerena.htm y CABEZAS VIGARA, José Antonio. ¿Fachadas mudéjares en Llerena? La Terminología y la interpretación del Arte Mudéjar? En https://www.antrophistoria.com/2008/08/fachadas-mudjares-en-llerena-la.html

[18] Íb.

[19] GAZUL DE UCLÉS, Arturo. “Año Santo Jacobeo […] La Reconquista de LLerena”  en Revista de Ferias de LlerenaAyun6tamiento de LLerena. Badajoz 1954, p. (sin paginar): “Su recinto de murallas por los restos que quedan, pese a sus resturaciones posteriores, son de estructura árabe y sí era el mismo  de la villa bajo la Orden de Santiago”.

[20] LEPE DE LA CÁMARA, José María. “La Iglesia Mayor de Santa María de la Granada de LLerena” en Llerena, Fiestas Mayores Patronales de Ntra. Sra. de la Granada. Ayuntamiento de LLerena, Badajoz 1971, p. (sin paginar): “la fundación fue probablemente hecha sobre una primitiva ermita que ocuparía el solar  de una mezquita de la “Ellerina”  árabe- así parece denotarlo orientación  de oriente a occidente  del templo [N.B. Esta es la orientación canónica de los templos cristianos]; y más todavía unos bellos arcos de herradura, tipo “almohade”, que actualmente se ven toscamente  tapiados en el interior del primer cuerpo de la torre-”

[21] GIBELLO BRAVO, Víctor Manuel. Obra citada, p. 65.

[22] FULCANELLI. El misterio de la catedrales, Plaza & Janés, col. Rotativa. Barcelona 1972, p.54,

[23] MATEOS ASCACIBAR, Francisco J.  “Lo que hizo y deshizo el tribunal de la Inquisición durante su residencia en el Palacio del mayorazgo de los Zapata en Llerena”. Inquisición. Jornadas de Historia de Llerena / coord. por Felipe Lorenzana de la Puente y Francisco J. Mateos Ascacíbar. Sociedad Extremeña de Historia. Badajoz  2014, p. 355.

[24] GARRAÍN VILLA, Luís José. Llerena, sus calles, historia y personajes. Sociedad Extremeña de Historia. Badajoz 2010,  p. 410.

[25] GARRAÍN VILLA, Luís José. Calles…, p. 66.

[26] CARRASCO GARCÍA, Antonio. La Plaza Mayor de Llerena y otros estudios. Ediciones Tuero. Madrid 1985, p. 23.

[27] GARRAÍN VILLA, Luís. “El tribunal del santo Oficio de Llerena. Nuevas aportaciones” en XV Jornadas de Historia en Llerena: INQUISICIÓN. Sociedad Extremeña de Historia, Badajoz 2014, p. 13 y 14: “ os envié a mandar hicieseis dar las casas de Rodrigo de Cárdenas, que son en esa villa de Llerena, a los Inquisidores de la Herética Pravedad para acoger el dicho Santo Oficio de la Inquisición porque a la sazón las dichas casas estaban vacías, lo cual vos hiciste y vos lo tenga en servicio y porque después como habéis sabido el licenciado Luis Zapata del mi Consejo ha concertado casamiento de su hija con el hijo del dicho Rodrigo de Cárdenas e para dar en ello conclusión dice que tiene necesidad de las dichas casas, e las casas del dicho licenciado es razón sean bien miradas e también es mi voluntad que el dicho oficio de la Inquisición sea bien aposentado. Por ende yo vos mando que luego que la presente recibieredes hagáis desembargar e dejar libres las casas que yo como maestre tengo en esa dicha villa sin que nadie esté en ellas para que poseen los dichos inquisidores e ministros de la inquisición, puedan tener cumplimiento de cárceles”.

[28] CARRASCO GARCÍA, Antonio. Obra citada, p. 23.

[29] LÓPEZ FERNÁNDEZ, Manuel.  “Aproximación Histórico-Jurídica al Fuero de Llerena” en Marginados y minorías sociales en la España Moderna y otros estudios sobre Extremadura.  Sociedad Extremeña de Historia. Felipe Lorenzana de la Puente, Francisco J. Mateos Ascacibar (coord.). Badajoz 2006, p. 245.

[30] Sobre el derecho real del “Ayrado y Pagado” véase también http://webs.ucm.es/BUCM/tesis/19972000/H/0/H0039504.pdf, pp.954 y 970.

[31] RECUERO LISTA, Alejandra. El reinado de Alfonso XI de Castilla (1312-1350). Universidad Autónoma de Madrid en https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/674742/recuero_lista_alejandra.pdf?sequence=1

[32] GARRAÍN VILLA, Luís. “Llerena y los Reyes Católicos” en Actas de las Terceras Jornadas de Historia de Llerena. Felipe Lorenzana de la Puente y Francisco J. Mateos Ascacíbar, Coordinad. Sociedad Extremeña de Historia. Badajoz 2002, p. 109 y ss.

[33] MURILLO MALDONADO, Miguel  “Orden de Santiago. Fuero de LLerena” en Fueros de la Real Biblioteca de Palacio. Madrid 1781, f. 344 v.

[34] LADERO QUESADA, Miguel Ángel. “El sistema impositivo en Castilla y León, X-XIII, pp. 291 y 292  en https://www.ucm.es/data/cont/docs/446-2013-08-22-12%20sistema%20impos.pdf

[35] Íbidem.

[36] MARTÍNEZ MELÓN, José Ignacio. “Aproximación al territorio de la diócesis de Astigi (Écija, Sevilla) en la antigüedad tardía” en Pyrenae, núm. 39, vol. 1 (2008) REVISTA DE PREHISTÒRIA I ANTIGUITAT DE LA MEDITERRÀNIA OCCIDENTAL, p. 119.

[37] MATEOS ASCACÍBAR, Francisco Javier. “Lo que hizo y deshizo …”, p. 354.

[38] Íbidem, p. 355.

[39] Íb., p. 354.

[40] Íb.

[41] Íb..

[42] Íb., p. 355.

[43] Íb.

[44] GARRIDO SANTIAGO, Manuel. Arquitectura Militar de la Orden de Santiago en Extremadura. Editora Regional de Extremadura. Cáceres 1989, p. 273: La entrada a la Alcazaba se encuentra al norte .

[45] NAVAREÑO MATEOS, Antonio. Castillos y fortificaciones en Extremadura, p. 259: “Los asentamientos inmediatos a los ríos Tajo y Guadiana fueron especialmente atractivos, sobre todo para  los musulmanes, que se instalan en la orilla meridional, utilizando el curso de río como frontera y dificultad añadida para quienes venían del Norte como se aprecia en […] Alange, Mérida o Badajoz, junto al río Guadiana. Estos y otros emplazamientos musulmanes fueron aprovechados por los cristianos tras la Reconquista, y cuando construyeron otros nuevos lo hicieron en lugares con similares características, pero ahora, cuando se busca la defensa natural de un río la fortificación se dispone al norte del mismo”.

[46] Cáceres fue conquistada en dos ocasiones por los cristianos  CONCHIÑA, J. L. de la, “La red comendataria alcantarina en el siglo XV” en Revista de Estudios Extremeños, Vol. 64, nº 2, Badajoz 2008, p. 109.